Cumplir los 50 siempre es un momento de nuestras vidas que requiere una celebración especial.
Nos encanta cuando son sorpresa. En este casa su pareja quiso sorprenderla con una fiesta con sus amigos. Una celebración slow pero llena de encanto y detalles.
Como siempre partimos de una lait motiv. De una temática y en este caso estaba marcada por la afición de la homenajeada a la pintura.
Distintos marcos colgaban de las ramas de los árboles.
La casa de la tía Julita el marco perfecto para tus celebraciones siempre en exclusiva.
En el interior un photobooth inspirado en el arte presidía la recepción de los invitados.
Los marcos dieron mucho juego a los invitados mientras esperaban a la homenajeada.
El menú que nos preparó el catering consistió en aperitivos variados sin las rigidez de estar sentados lo que siempre propicia un ambiente más relajado y discernido durante la celebración.